La tecnología del Internet de las Cosas es un pilar clave para el desarrollo de las ciudades inteligentes. La solución de interconexión entre dispositivos y objetos a través de la red puede aplicarse a varios ámbitos de la ciudad, tales como movilidad, seguridad, sostenibilidad, salud y mucho más. Siempre con el objetivo de velar por el bienestar de los habitantes y la gestión eficiente de recursos.  

El uso de sensores y dispositivos conectados tiene un gran alcance, aplicable tanto para mejorar la vida cotidiana, como en entornos empresariales o públicos. Algunas de sus aplicaciones en ciudades inteligentes permiten controlar el alumbrado, seguimiento y gestión del tráfico, gestionar las ocupaciones de parking público, la gestión inteligente de residuos, controlar el nivel del agua o transformar el transporte público en más eficiente. 

• En el 2025 habrán más de 75.44 billones de dispositivos conectados  
• Las ciudades que impulsan soluciones de Smart City mejoran su eficiencia energética hasta un 30% en 20 años.